Estás trabajando sobre tu relación con la comida. Empezaste a moverte. Cambiaste tus hábitos alimenticios y reemplazaste muchos alimentos vacíos de nutrientes por otros sanos y saludables. Eso hizo que bajaras de peso y que cada día te sientas mejor.
Estás encaminadísim@ hacia El Gran Cambio, lo ves, lo sentís. Pero no es suficiente
Porque te propusiste bajar aún más de peso y aunque estás haciendo todo bien, no bajás. Eso te frustra, te dá mucha ansiedad y te empuja a tirar todo por ahí. No, no, no
Y no te confundas: El Gran Cambio es un cambio en TODA tu vida. Un cambio en tu cabeza, en tus conceptos, en tu conciencia al comer y esto incluye bajar de peso y llegar a uno que sea saludable para vos.
Por eso lo primero que vas a preguntarte es si la meta que te propusiste en cuanto a tu peso es razonable.
El sobrepeso y la obesidad (¿Qué es la Obesidad?) ponen en riesgo tu salud, pero cada organismo es diferente y nada más alejado de El Gran Cambio “revolear” una cifra de kilos para bajar y autoimponerse cumplirla si es contraria a tu salud.
Por eso ese va a ser el primer paso ☝ ⚠ 🎯 Repensar si la meta que te pusiste es razonable. Y si lo es, hay algunas otras cosas que podés revisar (lo mejor es que lo hagas con tu nutricionista o con el equipo que te acompaña hacia El Gran Cambio)
Y ahora también te contamos que lo que te pasa es algo muy común y algunos especialistas lo llaman Meseta de Adelgazamiento. Es un estancamiento en el proceso de pérdida de peso y le pasa a la mayoría de las personas que están en el mismo camino que vos.
La verdad es que cuando empezamos a bajar de peso el proceso vá más rápido, porque al principio hay pérdida de grasa, pérdida de algo de músculo y también pérdida de agua. Así el cuerpo va adaptándose y el metabolismo empieza a ralentizarse, por lo que bajar de peso empieza a ser más lento hasta que en un momento el proceso se detiene.
Si realmente es necesario seguir bajando de peso, hay distintas acciones que podés evaluar junto a tu nutricionista:
- Revisar si tu ingesta de comidas es adecuada
- Revisar si te estás moviendo lo suficiente
- Revisar si tu actividad física es frecuente y adecuada para tus objetivos
- Revisar si estás descansando lo que tu cuerpo y mente necesitan
- Revisar tus niveles de estrés
Si todo lo anterior está bien, es posible que tu especialista decida hacer un análisis de laboratorio para monitorear algunos valores en sangre y hacer los ajustes que sean necesarios.
Lo importante es que no te desanimes y que comprendas que todo lo que ya avanzaste impacta muy positivamente en tu salud. Y que eso es lo que de verdad importa.