El gran cambio empieza de a poco. Un día, si tenés ganas, tal vez corras tu primera maratón. Pero si hoy el sedentarismo es tu realidad, no salgas a correr. Mejor si salís a caminar rápido.
El gran cambio empieza de a poco. Un día, si tenés ganas, tal vez corras tu primera maratón. Pero si hoy el sedentarismo es tu realidad, no salgas a correr. Mejor si salís a caminar rápido.
Y si te cuesta caminar rápido, caminá despacio.
Caminá al ritmo que puedas. Según la Organización Mundial de la Salud, la actividad física incluye desde pasar el plumero en tu casa hasta participar de un triatlón. La actividad física es amplia y variada. ¿Cuál es la mejor? La que vos puedas hacer 2 ó 3 veces por semana y siempre.
Si en un arranque de entusiasmo pasás de no hacer nada a querer salir a correr, es muy posible que te cueste mucho y mañana te duela todo. Esos “inputs” negativos que va a recibir tu cerebro, van a desmotivarte para salir la próxima vez. Y si esta es la causa de no moverte, equivocamos la estrategia.
El cuerpo naturalmente necesita moverse para estar sano, para mantenerse ágil y flexible y no sólo por equilibrio calórico. Aún las personas que tienen un peso normal, si son sedentarias, le están haciendo mal a su salud.
La actividad física es una herramienta muy poderosa para todas las etapas de la vida.
Si tenés dudas sobre cuál es la mejor actividad física para vos o tenés algún temor a lastimarte, conversalo con tu especialista. Si tu especialista no pudiera responderte o tuviera dudas, seguramente va a derivarte con quién pueda asesorarte y darte la seguridad que necesitás.
Empezá a moverte. Y vas a ver cómo se pone en marcha el gran cambio