Humectar la piel varias veces al día.
Intentar identificar y evitar desencadenantes que empeoren la irritación de la piel.
Limitar los baños y duchas a 10 o 15 minutos. El uso excesivo de agua altera la función de barrera de la piel.
Usar agua tibia en vez de caliente.
Usar solo jabones suaves o específicos (syndet).
Secar la piel dando golpecitos delicadamente con una toalla suave.
Aplicar una crema humectante con la piel aún semi-húmeda.
Uñas cortas.
Evitar los cambios bruscos de temperatura del ambiente.
Evitar el sobreabrigo.
Utilizar prendas 100% de algodón
Las lanas y fibras sintéticas, como el nylon y el polar, pueden ser irritantes
A la hora de lavar las prendas, se aconseja un doble enjuague para eliminar totalmente los restos de detergentes.
No se recomienda el uso de suavizantes, salvo aquellos especialmente diseñados para pieles atópicas.
Existen productos para el lavado de la ropa que son aptos para las pieles sensibles.
Los factores de control pueden ayudar a disminuir los brotes. Al minimizarlos o eliminar sus disparadores, puede ayudar a reducirlos.
Una de las partes frustrantes en Dermatitis Atópica es que los brotes pueden ocurrir incluso cuando estás evitando los desencadenantes y cuidando tu piel. Esto se debe a factores que no podemos controlar. En estos casos no te angusties, consultá a tu médico, él o ella van a poder ayudarte.